Hoy la
comunidad científica del CONICET está pasando por un momento de incertidumbre y
desasosiego, de bronca y de impotencia. Sin embargo, frente a esta situación, la acción siempre es el mejor curso
a seguir. Y de hecho todos estamos trabajando y accionando.
Reviendo
nuestro posteo en el Blog de UPCN – CONICET del 13/06/16 leemos “sería deseable que se vuelvan a abrir las
Mesas Laborales dentro de CONICET, para seguir avanzando en el Convenio
Colectivo de Trabajo”. ¡Qué diferente sería la realidad de
hoy si esto hubiese sucedido!
Como venimos alertando desde el año 2014, cuando
presentamos el documento Preliminar sobre el Convenio Colectivo Sectorial, las decisiones unilaterales de las autoridades del CONICET en
general son en detrimento del trabajador: desde la
jerarquización, pasando por los cambios en las reglamentación con Resolución
semi públicas, al recorte de ingresos en RRHH. Todas decisiones UNILATERALES
porque no existen mesas de negociación reales que conduzcan a cambios dentro
del CONICET, cambios que no sólo beneficiarían a los trabajadores sino también al Organismo.
La coyuntura
que se planteó con el recorte presupuestario evidenció una gran fragmentación
de posturas dentro de la comunidad. No cabe duda
que somos una comunidad de más de 20.000 científicos y técnicos con muchos
puntos de vista, al menos desde lo político, sin embargo, creemos la gran
mayoría, sabe que el CONICET tiene problemas
estructurales que van más allá de la coyuntura y que seguirán persistiendo
luego de ella. Y en definitiva son los que nos dejan desprotegidos frente a
ellos.
En primera
instancia, podemos mencionar la falta de mecanismos públicos
y transparentes. Les pedimos a las autoridades el informe sobre el presupuesto
para saber si el recorte de RRHH se condecía o no con el presupuesto. Esto no
sucedió, pero cuando finalmente dieron los resultados de los ingresos, vimos un
retroceso fuertísimo a políticas coloniales, ya que quedo
prácticamente todo en Capital y Bs As. El resto del país existe y también hace
ciencia. Pero llamativamente parece que sólo los postulantes de Capital
superaron el orden de mérito. Pero este orden de mérito no es público, sino que es más es confidencial. Nada más alejado de las prácticas normales en cualquier organismo del Estado o
de las Universidades. Entonces, salvo que uno pida vista de expediente, nadie
sabe bien donde quedó y porqué. Estas prácticas oscuras son las que hacen al
organismo tan discrecional y las que permiten que las
autoridades decidan UNILATERALMENTE que solo entran 385 y elegir cuáles son
esos.
Mientras el
conflicto se llevó al MinCyT, las autoridades del CONICET quedaron impolutas. Sin embargo, ellas firmaron las Resoluciones. El Ministro no
consigue el presupuesto o no quiere darlo al CONICET, pero el Directorio también tiene responsabilidad. En sus comunicados, el Directorio expresa su preocupación pero no realiza acciones proactivas ni transparenta la realidad para que la comunidad la pueda ver
claramente.
En el medio
quedamos todos, los 500 que no entraron, los grupos
que se desarman, los CIC que no conseguirán financiación…. Todos bajo el mismo
sistema que viene desde 1973, cuando dos días antes que se vaya el gobierno de
facto de Lanusse estableció el Decreto-Ley 20.464, derogado desde 1999, pero
que las autoridades de CONICET utilizan como si fueran los 10 mandamientos.
Artículos anticonstitucionales, vetustos e injustos que rigen a los becarios, a
los que quieren ingresar y a los que ingresan, con menos derechos que cualquier
otro trabajador estatal, pero con más exigencia que cualquier otro.
¿Qué camino podemos tomar para cambiar y mejorar esto? Las mesas
laborales que funcionaron durante el año 2014 y 2015 pero que dejaron de
funcionar durante el año 2016 son un instrumento válido y legítimo para
discutir las condiciones de trabajo y la planificación del Organismo, de forma
bilateral, las autoridades y los gremios. ¿Qué más podemos hacer? La comunidad
íntegra debe involucrarse, desde su postura, desde su convicción para que el
CONICET sea más justoy, sea más democrático pero sobre todo para que tengamos
voz en la discusión y no nos vuelva a pasar lo que paso este año.
Desde UPCN hemos
impulsado, el Convenio Colectivo de Trabajo, la modificación del sistema de
evaluación de CPA (que se vio reflejado en una Resolución), la implementación
de veedurías gremiales en informes y promociones rechazadas, el acompañamiento
en los Recursos de Reconsideración de todas las etapas, la presentación de
propuesta del cambio de sistema de evaluación y la resolución de conflictos
puntuales y problemas específicos de muchos investigadores, CPA, Becarios y
SINEP. Hemos hecho avances y seguiremos haciéndolos a paso firme e incansable.
Esperamos, sinceramente, que esta coyuntura despierte en la comunidad el
compromiso por mejorar las condiciones laborales de los trabajadores y se sumen
al trabajo sindical.